Tiene mucho mérito que un canterano, que debutaba en el Bernabéu, demuestra un carácter tremendo para reponerse de un fallo que podía haber salido muy caro. Y lo hizo de una manera sensacional.
Casi estaban los aficionados admirando el nuevo estadio, cuando un fallo en la salida del balón por parte de Miguel propiciaba el gol de Santi Mina en el minuto 4. Se ponía el partido cuesta arriba y las dudas perseguían al lateral.
Pero el desparpajo que ha mostrado en anteriores partidos cuando las cosas le iban bien, también lo sacó a relucir cuando las cosas no iban tan bien. Y es que poco a poco se fue asentando en el partido.
Demostró que tiene carácter, y que no le pesó ni el error ni el escenario, para ser incisivo en ataque como en anteriores ocasiones. Tanto es así, que nada más salir de vestuarios se ganó la redención.
En una de sus muchas subidas, le llegó el balón estando pegado a la banda, y no dudó en poner un centro medido a la cabeza de Benzema, que fue un regalo para el francés, que lo aprovechó para marcar el 2 a 2.
Y es que con el paso de los minutos fue ganando confianza, hasta completar un partido correcto. Más seguro en defensa y aportando soluciones en ataque, incluso buscando el gol en algún centro desde la otra banda.
La vuelta de Marcelo y Mendy puede que le dejen sin minutos en el primer equipo, teniendo que regresar al Castilla. Pero en estos dos partidos, él ya ha dejado su huella en Ancelotti, que sabe que puede contar con él.
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