Eduardo Camavinga no fue titular en Mestalla a pesar de que Ancelotti se lo había planteado seriamente. Finalmente Luka Modric volvió a estar en el once y el joven mediocentro francés tuvo que esperar a la segunda mitad para saltar al terreno de juego.
El flamante nuevo fichaje del Real Madrid llegaba a este encuentro con las expectativas por las nubes, después de haber hecho un gol y regalado una asistencia en sus dos primeras participaciones con el equipo blanco, ante el Celta el pasado domingo y ante el Inter el miércoles.
Ante el Valencia, salió al campo en el minuto 66 en sustitución de Modric, inmediatamente después del gol del 1-0 para el equipo local. Y su participación en el choque fue fundamental para que los blancos consiguieran darle la vuelta al encuentro.
Brillante con y sin balón
En esos minutos finales, Camavinga estuvo a un nivel estratosférico con la pelota y también sin ella. Recuperó varios balones en campo contrario, ayudando a que el Valencia se fuera metiendo poco a poco en su área.
Y no solo eso, fue capaz también de organizar con mucho criterio el juego, apoyado en Isco Alarcón, para que el equipo, con paciencia, fuera percutiendo en la defensa valencianista y acabara consiguiendo tres puntos de oro que le ponen líder en solitario.
Su trabajo en los minutos finales del partido, por tanto, fue de una ayuda vital para darle la vuelta al partido y seguro que Carlo Ancelotti ya está empezando a plantearse si el francés debería ser titular en algún partido. Su nivel, desde luego, invita a ello.
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