El club blanco está viviendo unas horas muy tristes gracias al jugador parisino, quien ha demostrado claramente su amor al dinero, que viene de un estado como el de Qatar, que hace la vida más difícil a los equipos tradicionales en el mundo del fútbol.
Florentino Pérez ha hecho un gran trabajo durante sus diferentes etapas en el Real Madrid, haciendo aún más grande a una institución que lleva 120 años de historias imborrables.
Sin embargo, el presidente blanco siempre ha sido muy claro, manifestando que o se crea la Superliga o el fútbol como lo conocemos desaparecerá, principalmente por los clubes-estado, que están apoyados por Aleksander Čeferin.
El caso de Kylian Mbappé confirma todo lo argumentado hace algunos meses por Florentino Pérez, ya que competir con estos clubes que tienen inversiones económicas muy importantes y no son provenientes del fútbol, resulta cuanto menos complicado, pero que está muy cerca de ser imposible.
Las reacciones de rechazo del mundo del fútbol a la última actuación del PSG no se han hecho esperar, ya que este tipo de conductas ponen en peligro la competitividad, la transparencia y el juego limpio.
Curiosamente el Fair Play Financiero es algo que nunca se aplica para estos clubes, ya que la UEFA está más preocupado por proteger sus intereses económicos y políticos que salvaguardar el fútbol y los equipos de mayor tradición que han hecho grande el fútbol que hoy conocemos y que desaparecerá si no se frena la tendencia actual.
Nasser Al-Khelaïfi es un personaje terrible para el fútbol, pese a que es el presidente de la Asociación de Clubes Europeos, lo que le facilita aún más su conexión con Aleksander Čeferin para impulsar un proyecto perdedor como el del PSG, que aún sueña con ganar su primera Champions League, una competición en la que el Real Madrid buscará su decimocuarto título el próximo 28 de mayo.
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