Mbappé sigue tirándose de los pelos por haber perdido a Tchouameni en su ‘guerra’ con el Madrid

Kylian, cada vez más sentido con el 'no' del galo al proyecto del PSG


Aurelien Tchouameni y Kylian Mbappé

Aurelien Tchouameni y Kylian Mbappé




Seguramente era quien mejor sabía lo que ganaría el Real Madrid con su fichaje, así como quien más lamenta el hecho de haberle perdido a manos de un club que le gozará de manera ininterrumpida por varios años. Desde la concentración de la selección francesa, Kylian Mbappé se sigue tirando de los pelos por la actualidad de Aurélien Tchouaméni.

Fue el propio delantero del PSG quien pidió de manera expresa su arribo al Parque de Los Príncipes, donde consideraba que un hombre como Aurélien encajaría de lleno y que permitiría al proyecto qatarí finalmente despegar en Europa. Todos sabemos como la acabó la historia en este sentido y nadie siente más derrota ante el Madrid que Kylian con el caso Aurélien.

Cada despliegue del número ‘18’ de los blancos duele a un Mbappé que no duda de como su compatriota se hará dueño de la medular del Bernabéu en los próximos años. Sin ningún tipo de tapujos y consciente de lo que ha ocurrido, el seno de Le Bleus ha servido de catarsis para un Kylian que sigue tirándose de los pelos.

Mbappé no niega su dolor

Ha ocurrido en estos días de concentración en el seno de la selección francesa, pero apunta a ser una historia más recurrente mientras ambas partes se ven separadas por los Pirineos. Kylian le ha reconocido personalmente a Aurélien Tchouaméni que todavía no puede creerse como su fichaje por el PSG se le escapó al club a manos de un Real Madrid donde ya disfrutan del fútbol total de uno de los mejores mediocentros de la próxima década.


Mbappé no dejará de seguir de cerca las prestaciones de quien para el era la gran pieza que le faltaba a ese puzle de estrellas con el que cuentan en el Parque de Los Príncipes. Por el Bernabéu nadie duda, se ha ganado la batalla en un fichaje clave para lo que viene y tanto el Liverpool como PSG extrañarán todos los días a un Aurélien Tchouaméni que solo será blanco.