Karim Benzema acaparó todos los focos en el primer partido del Real Madrid tras el parón de selecciones. El francés salía de lesión y el Bernabéu le recibió con los brazos abiertos con una ovación tremenda cuando sonó su nombre por megafonía.
Se puede decir algo parecido de Vinicius Júnior. El brasileño, que marcó el primer gol, ha tirado del carro en todos los partidos sin Benzema. Además, viene de varias semanas complicadas en lo personal por los comentarios racistas que ha tenido que soportar, tanto en televisión, como en el derbi. El Bernabéu quiso darle mimos.
Tampoco pudo quejarse de cariño Lunin. Le tocó ser titular tras la lesión de Courtois y la afición quiso mostrarle su apoyo con aplausos antes del partido. Nada pudo hacer el ucraniano en el 1-1 de Osasuna.
La cara y la cruz
Mención especial merece Fede Valverde. El uruguayo, que entró en la segunda parte, recibió el premio a mejor jugador de LaLiga en el mes de septiembre. Premio más que merecido al acumular tres jornadas consecutivas marcando.
No corrió la misma suerte Asensio cuando entró a 15 minutos del final. El balear se llevó pitos de la afición, que seguramente castigó las famosas declaraciones en las que no cierra la puerta al Barça. En cualquier caso, hay que decir que hubo más aplausos que pitos al balear.
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