Una de esas jugadas, sin duda alguna, es la mano de Leo Messi que cometió en el Barça-Espanyol del 2007. El argentino no llegaba a rematar a la portería periquita y estiró la mano con toda la intención de rematar, como hizo Maradona, en un gol que jamás debió tener validez.
En redes sociales han empezado a rebuscar y a tirar de archivo y el árbitro de ese encuentro fue Julián Rodríguez Santiago. El colegiado de dicho encuentro decidió dar por válido el gol de Leo Messi ante el Espanyol... y días después recibió una de las grandes noticias de su carrera.
Un error de bulto del que debió ir a la "nevera"... y se llevó el premio gordo: Enríquez Negreira y todo el CTA le dio la final de la Copa del Rey que disputarían, a la postre, el Sevilla y el Getafe en el Santiago Bernabéu.
Lío gordo
La mano de Messi llegó en un derbi catalán que era fundamental para el devenir de LaLiga. Los culés se jugaban el título en la penúltima jornada, a la espera del Zaragoza-Real Madrid, y el tanto de Leo les dejaba la Liga en bandeja. A posteriori terminaron yéndose de vacío ya que Raúl Tamudo marcó en el 89 y, al compás, también lo hizo Ruude Van Nistelrooy en La Romareda en el mismo minuto mágico.
Lo que resulta muy curioso, tal y como se rescata en Twitter tirando de archivo, es que Julián Rodríguez terminó pitando una final copera... pese a tener un error mayúsculo en el Camp Nou.
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