Llega la revolución germánica al Bernabéu

Ozil y Khedira toman los mandos de la nave blanca





Mourinho reconoció la semana pasada que a los dos alemanes les estaba costando adpatarse a la forma de jugar con el equipo debido a sus problemas con el idioma (apenas saben decir Hola o Buenos días). Pero su buen papel con su selección, con victorias ante Bélgica (0-1) y Azerbaiyán (6-1), siendo en los dos encuentros titulares, les ha hecho ganarse la confianza del técnico portugués, que no dudó en alinearles como titulares ante un rival aguerrido como es Osasuna.

Sami Khedira fue quien mostró un mayor acoplamiento en el equipo. Buena culpa de ello es que ya lleva cerca de un mes viviendo en la capital de España, y físicamente es un futbolista más dotado que su compatriota Özil. Haciendo pareja en el doble pivote con Xabi Alonso, a Khedira no solo se le vio trabajando en defensa, sino que también tuvo tiempo para sumarse al ataque. Y es que, a pesar de su altura (mide más de 1,90), es un jugador más que correcto tecnicamente hablando, capaz de asociarse con los jugadores de ataque del equipo.

Lo mejor de Ozil está aún por ver. Al igual que en sus anteriores encuentros con el equipo madridista, sigue dejando destellos de calidad muy agradables para el espectador, aunque estos llegan de forma intermitente. Se entiende a la perfección tanto con Cristiano Ronaldo como con Gonzalo Higuaín. Un tridente ofensivo que, como se vio en algunos momentos ante el equipo entrenaDo por Camacho, dará muchas alegrías a la afición madridista.