"Esto ya lo hemos vivido", pensarán muchos aficionados. Y no hace tanto. Tan solo hay que remontarse a finales de agosto y septiembre del 2010. Tras el Mundial y la pretemporada, el Real Madrid comenzó su andadura liguera con el empate a cero en el Ono Estadi frente al Mallorca. Mal presagio. La siguiente jornada ganó in extremis a osasuna con un gol de Carvalho en el Santiago Bernabeu. Después volvió a ganar por la mínima en San Sebastián y dos jornadas después, los de Mou se dejaban dos valiosos puntos en las tierras Levantinas.
Cristiano Ronaldo estaba desacertado, se le veía sin gol, tal y como ahora le vemos. Y es que tal y como pasó a comienzos del campeonato, los blancos llevan en 3 partidos 4 puntos. Empate en Almería, victoria por la mínima ante el Mallorca en la capital y derrota frente a Osasuna en el Reyno. En todos ellos sin goles del astro portugués.
El actual '7' blanco es que tira del equipo. Se echan de menos sus goles al igual que a principio de temporada. Su bajo nivel condiciona el rendimiento general de conjunto. Quizás necesite descanso, pero el míster cree que sería arriesgar demasiado. Ya lo hizo con Alonso en Pamplona y al Madrid le ha costado media Liga.
Los blancos deben mantener el pulso con el Barça si quieren recibir a los culés en el estadio de Chamartín con opciones de arrebatarles el título. Para ello conviene dosificar la plantilla.
Ganar al Barcelona dos partidos en tres días sería un sueño, un gran sueño, de la misma forma que lo contrario sería una horrible pesadilla. Ya dijo Valdano la temporada pasada que la Liga no se gana exclusivamente en el Camp Nou o en el Bernabeu, sino que se gana sacando tres puntos en Valencia, Santander, Gijón... partidos que muchos consideran 'trámites' y que acaban decidiendo campeonatos.
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