El club valenciano no tiene más objetivo que el acceso sin fase previa a la próxima Liga de Campeones. Sin saber si es mejor encontrar un Real Madrid muy motivado o un equipo que afronte el partido como un trámite, el equipo de Unai Emery únicamente piensa en que ganar este choque supondrá un paso adelante en sus objetivos con independencia del marcador del Villarreal, su perseguidor, en Sevilla.
El Valencia llega al partido en uno de sus buenos momentos de la temporada, reflejado en una serie de tres victorias consecutivas en las que ha marcado doce goles y sólo ha recibido dos y en las que ha ofrecido un buen nivel futbolístico con los siete goles de Roberto Soldado como principal argumento ofensivo.
Además, Emery ha conformado un bloque en el que no están los lesionados Bruno Saltor y Tino Costa, pero que cada vez se muestra más definido. Pocas serán, pues, las variaciones de cara a este partido en el que la duda está en si el eje de equipo contará con un hombre ofensivo y otro defensivo (Topal y Banega) o dos jugadores de contención (Topal y Maduro) con Banega en la media punta. Pablo, Mata y Soldado parecen fijos en las posiciones más ofensivas del Valencia, al tiempo que las posibilidades del contragolpe del rival convierten a Topal y Maduro en la pareja que más probabilidades tiene de jugar para tratar de frenarlo.
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