El Madrid, con suplentes, visita Mestalla para continuar la racha que allí inició

Valencia - Real Madrid (18.00)





Es prácticamente imposible hacer cualquier referencia al partido de Liga de esta tarde entre Valencia y Real Madrid sin echar la vista atrás al miércoles. A esa Copa del Rey que le ha devuelto la ilusión al madridismo. La misma que ha hecho que Cibeles volviera a vestir sus mejores galas. La que demostró que el Madrid vuelve a ser respetado en el panorama futbolístico. La que nos haría estar adjetivando y escribiendo durante horas pero la misma que tiene que dejar paso al futuro. Un futuro que está marcado en letras más pequeñas en esa competición llamada Liga y en letras gigantescas llamada Champions.

FICHA TÉCNICA.

VALENCIA: Guaita; Miguel, Stankevicius, Costa, Mathieu; Pablo, Maduro, Éver, Topal, Mata; y Soldado.

REAL MADRID: Casillas; Carvalho, Albiol, Garay, Nacho Fernández; Granero, Özil; Kaká, Cristiano Ronaldo, Higuaín y Benzema.


ÁRBITRO: Pérez Lasa (C. Vasco).

HORA: 18.00 (Canal Liga, Gol TV)

ESTADIO: Mestalla.

Vaya por delante que calificar de ‘marrón’ o trámite un partido oficial en el Real Madrid es pecado mortal. Máxime a sabiendas que aunque el equipo tenga pocas opciones en Liga hay un escudo que hay que respetar tanto en España como en Europa. Y Valencia, la plaza por la que el Madrid salió a hombros hace apenas unos días, invita a dar una cara buena. Con riesgo a magulladuras, tal vez, pero siempre bien firme ante la sensación de la Institución que se defiende. Que los titularísimos no sean de la partida no implica que los Granero, Kaká, Higuaín, Garay y compañía saquen las cartas, el mantel y se pongan a echar un mus sobre el tapete de Mestalla. No lo van a hacer y, es más, Mourinho tampoco se lo iba a permitir. Las manchas, en la ropa. En la trayectoria del equipo no puede decirse, como mínimo, que se peleó y se trabajó.

El Valencia saldrá a morderle al Madrid. Primero porque tendrá que hacerle el pasillo de campeón y eso, sobre todo a una afición como la valenciana, no le gusta. Habrá más silbidos que aplausos, seguramente. Pese a ello, todo va a depender de lo que quiera el Madrid en el envite del toro ché. Si sólo se limita a dar cuatro capotazos, saldrá trasquilado. Si lleva la inercia propia del que se sabe triunfador en plaza ajena, podría pegar un petardazo tipo al que logró hace apenas unos días ante el Athletic en Bilbao. Sea cuáles sean los protagonistas, el Madrid quiere prolongar su racha en el mismo lugar en el que la empezó. Distintos actores, sí, pero mismo director y misma función.