Paliza del Madrid en el Palau con sabor a revancha

El equipo de Laso fue un ciclón y machacó al Barcelona en la Euroliga.


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La puesta en escena del Real Madrid no pudo ser mejor. Los de Laso tenían muy fresco lo que había pasado en la Copa, de ahí que salieran con el acelerador pisado. Un parcial de salida de 0-9 a los dos minutos de encuentro dejaba bien claro que los blancos habían viajado al Palau con una única idea, ganar. De la mano de un gran Carroll, el Madrid cerraba el primer cuarto a lo grande, con 17 puntos de ventaja, tras una exhibición ofensiva y defensiva.

El segundo cuarto tuvo un par de parciales que llevaron la misma renta del primer cuarto también al segundo. El Madrid enlazó varios ataques sin anotar y eso le costó encajar un parcial de 7-0 en contra que acercaba a los locales. Sin embargo, con Campazzo en plan capitán general, los de Laso devolverían a los culés un parcial idéntico. Al descanso, tras el 22-22 del segundo acto, dejaba con el mando de forma clara a un Real Madrid muy serio (35-52 min.20).

El tercer cuarto empezó con un Madrid con muchas ganas. La consigna era clara, intentar que el Barcelona no se metiera en el partido bajo ningún concepto. Ayón empezaba a hacer de las suyas en la zona, demostrando la importancia de su vuelta al equipo, mientras que otros como Taylor o Randolph mostraban sus mejores minutos en los últimos encuentros (50-74 min.27). La exhibición de los blancos les llevó a meter 31 puntos en el tercer cuarto, una barbaridad (57-83 min.30).

El Real Madrid estaba 'sobrado' en el partido. La ventaja era grande y, por momentos, en el Palau se escuchaban más a los aficionados blancos disfrutando con su equipo. No hubo color. Al final, la guinda de llegar a los 100 puntos la iba a conseguir Randle, con un triple desde la esquina. El Madrid selló una gran victoria, con paliza incluida, para seguir aspirando a la ventaja de campo en los cruces de Euroliga.