El base argentino, de 29 años y 1.81 metros, renovó el verano pasado hasta 2024 y lo hizo con una cláusula de salida de seis millones de euros, que daba margen suficiente al club blanco a reaccionar ante una posible salida y que ahora el jugador debe desembolsar de forma integra para llegar a la mejor Liga del mundo.
El Madrid, que ya sabe de primera mano que el Facu quiere cruzar el Atlántico después de haberlo ganado todo como madridista en el Viejo Continente, le ha pedido los seis millones de euros para darle vía libre, pero es menos cierto que le ha permitido que los pague de forma fraccionada.
Un ‘modus operandi’ que el club que preside Florentino Pérez ya lo puso en práctica años atrás con otros jugadores que también pusieron rumbo a la NBA como el Sergio el Chacho Rodríguez, Nikola Mirotic o Luka Doncic y que tiene una explicación.
En el Madrid entienden que es una forma de garantizarse el cobro íntegro del traspaso y, en cierto modo, respetar la voluntad del jugador, a modo de: ‘si quieres irte, págame este dinero y te lo permitiré’. (La verdad sobre el posible ffichaje de Wilbekin por el Real Madrid)
Por esta razón, el club blanco no se opone al pago a plazos, pero, en contrapartida, no rebaja nada el importe total de la cláusula, algo fundamental para sanear adecuadamente las cuentas de la entidad después de los desembolsos por Abalde y el que está por venir, Zizic, y, por qué no, reforzar el equipo con un base estrella.
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