Pablo Laso arrancó el encuentro con un quinteto muy francés. Con Heurtel a los mandos, acompañado de Causeur, Hanga, Yabusele y Tavares. Un equipo defensivamente muy potente, capaz de correr y de jugar al ritmo de Heurtel, el 'nuevo mejor amigo' de Tavares en la plantilla blanca.
Arrancó el Obradoiro bastante respondón, dominando el marcador, ante un Madrid que firmó tres pérdidas en los primeros minutos de encuentro (6-9, min.4). Eso sí, a partir de ahí, el equipo de Laso comenzó a ponerle velocidad de crucero al ‘vuelo’ y el marcador no solo se puso del lado merengue sino que las primeras diferencias importantes empezaban a aparecer. Yabusele, con 7 puntos en el primer cuarto y un par de mates, volvía a ser el mejor jugador de los blancos en lo ofensivo (20-13, min.10).
El arranque del segundo cuarto, sin embargo, no le fue bien al Madrid con las rotaciones. De hecho, los visitantes lograron un parcial de 4-9 que obligó a Laso a parar el partido. Los suplentes no habían entrado muy enchufados y el técnico blanco se dio cuenta. Llamada de atención y de nuevo a la pista. Poirier, una vez más, volvía a ser el jugador más resolutivo saliendo desde el banquillo. 11 puntos en el segundo cuarto, además de 4 rebotes como carta de presentación para volver a lanzar al Madrid en el marcador (36-30, min.20).
El Madrid tardó 23 minutos en anotar su primer triple
El Madrid no había sido capaz de anotar ni un solo triple en los dos primeros cuartos. 20 minutos sin anotación exterior. Algo raro. Por eso, la primera acción de tres puntos, lograda por Causeur a los 23 minutos se celebró de forma especial después de un 0 de 8 en el lanzamiento de tres puntos. A pesar de todo, el Obradoiro no se rendía y seguía manteniéndose vivo en el partido. De la mano de Ellenson, con 15 puntos en 20 minutos, los gallegos se agarraban al encuentro e, incluso, se pusieron por delante (46-49, min.29). Un triple de Llull sobre la bocina le permitió al Madrid entrar al último cuarto con el partido igualado (51-51, min.30).
El Madrid sabía que tenía 10 minutos por delante para continuar con su pleno en la ACB. Los de Laso entraron al último cuarto con intensidad, con un parcial de 13-4 (64-55, min.34), intentando hacerle olvidar al Obradoiro cualquier posibilidad de dar la campanada. Con un 2 1 de Rudy los gallegos veían que se les escapaba el partido y pidieron tiempo muerto.
EL ‘parón’ tampoco les sirvió de nada. El Madrid se tomó este último cuarto en serio, quizá el que más de todo el partido y eso se notó. A falta de tres minutos para el final la diferencia ya era prácticamente definitiva, con 14 puntos de ventaja para los de Laso (74-60, min.37). Llull volvió a desatarse y eso fue demasiado para un Obradoiro que, aunque dio la cara, duró en el partido exactamente el tiempo que tardó el Madrid en ponerse serio, es decir, 30 minutos. El 78-68 final supone la tercera victoria en otros tantos partidos de liga del cuadro madridista.
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