Tras las calabazas de Cesc, y la negativa del vestuario blaugrana de fichar a Robinho, Sandro Rosell no sabe que hacer para alegrar a su parroquia con un fichaje de relumbrón. Ahora se le ha iluminado la bombilla con el nombre del argentino Javier Mascherano. El jugador sudamericano, que fue también pretendido este verano por el Inter de Milán, ya ha dicho públicamente que quiere salir del Liverpool, previsiblemente destino Barcelona.
Lo que no sabe Mascherano es que, si llegar a fichar por el equipo de Guardiola, será para ser un suplente de lujo. Y es que en su puesto juega todo un campeón del mundo como Sergio Busquets, que ha sido titular indiscutible para su entrenador la última temporada. En el club son conscientes de ello, y por ello sólo han hecho una ridícula oferta de 15 millones de euros más el bielorruso Hleb por el capitán de Argentina. Un ejemplo más de que la política deportiva de Rosell está muy 'verde' aún.
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