Cuatro finales perdidas de cuatro disputadas. Este es el desolador bagaje de la 'pulga' con su país. Ya son tres Copas Américas y un Mundial perdidos en el último momento. Además, en ninguna de las finales Messi fue la estrella que esperaban sus compatriotas. De hecho, anoche se convirtió en villano al errar uno de los dos penaltis que finalmente le dieron el título a Chile. Por eso al acabar el partido rompió a llorar como pocas veces antes se le había visto, aunque todavía quedaba lo más increíble de todo.
Casi sin tiempo para reflexionar el jugador se dejó llevar por sus impulsos y pidió la palabra ante los medios de comunicación para asegurar que para él "se terminó la selección. Me duele no ser campeón con Argentina y me voy sin poder conseguirlo". Una retirada que pilló por sorpresa a todo el mundo y que generará muchos debates en los próximos días.
No en vano, su propio compañero Sergio Romero aseguró poco después que Messi habia tomado la decisión "en caliente". En Argentina no van a perder fácilmente la esperanza de volver a contar con su estrella, por lo que ahora el propio Messi tendrá que ser quien demuestre si es o no una persona de palabra. Su fracaso e impotencia con Argentina son evidentes a día de hoy. Pero en dos años habrá un nuevo Mundial - para entonces tendrá 31 años - y cuesta mucho pensar que el barcelonista acabe renunciando a él...
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