A priori, el favoritismo recae en las filas francesas. Deschamps encontró el esquema en la segunda parte contra Eire-varió del 4-3-3 a un 4-4-2 con Griezmann como segundo punta- y Francia viene de arrollar a Islandia tras practicar los mejores minutos de toda la Eurocopa. Además, Alemania se plantará en el Vélodrome con tres bajas muy importantes, una en cada línea, que pueden condicionar demasiado el encuentro.
Löw se presenta en toda una semifinal de la Eurocopa sin su mejor central Matt Hümmels, sin el hombre que va y viene en la medular Sami Khedira y sin su delantero centro de referencia, Mario Gómez. Parecen tres hándicaps realmente importantes como para pensar que Alemania pueda pasar por encima de Francia en su casa.
Pero Alemania es la campeona del mundo y ni las bajas disminuyen su favoritismo. Con Kroos al máximo nivel, los germanos pretenden dominar la contienda, mover la pelota con fluidez y sorprender a la, en ocasiones, ‘despistada’ defensa francesa. Los contragolpes y la fortaleza gala, por el contrario, son las grandes preocupaciones que atemorizan a Löw ¿Veremos a Toni Kroos en la final de la Eurocopa?
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