El Alavés estaba dando una lección de fútbol al Barcelona, sobre todo en una primera parte en la que incluso mereció irse a los vestuarios con algo más que con el 0-1 que campeaba en el marcador, pero en la segunda mitad todo cambió gracias al mejor hombre culé, el árbitro.
Y es que Iglesias Villanueva se dio cuenta de que tenía que empezar a actuar para que el Barcelona no perdiese y dio validez al 1-1 de Luis Suárez a pesar de que Piqué desvía claramente el balón con la mano para que Pacheco ni los defensas vitorianos llegasen a despejar la pelota.
Pero es que Iglesias Villanueva no se conformó con eso y puso en bandeja la remontada del Barcelona ignorando un fuera de juego clarísimo de Paco Alcácer en la jugada que dio origen al 2-1, obra de Messi de falta, una falta que nunca debió pitarse si no es porque el colegiado se ‘columpió’.
Justo después llegó la habitual agresión de Luis Suárez, que le metió una infame coz a un defensa del Alavés y, como siempre, el árbitro miró para otro lado y perdonó la roja al delantero del Barcelona, que vive en la mayor impunidad posible mientras reparte agresiones a rivales.
El colmo llegó casi en el descuento cuando el colegiado vio, pero no quiso pitar, una mano tremenda de Umtiti que despejó un disparo del Alavés dentro del área y que podía haber supuesto el 2-2 final, pero los vitorianos se quedaron con cara de tontos viendo el enésimo robo culé.
Solo faltó una expulsión de un jugador del Alavés para completar el habitual combo del robo culé, y eso que tienen una ventaja increíble en la clasificación, pero en la Federación no quieren dejar la más mínima esperanza a los demás equipos y por eso se suceden los atracos del Barcelona.
ASÍ QUEDA LA PELEA POR LA CHAMPIONS TRAS UNA GRAN JORNADA PARA EL REAL MADRID
El Real Madrid ha terminado con saldo positivo la segunda jornada de la segunda vuelta del campeonato. En esa pelea que tienen los de Zidane por amarrar los puestos de Champions hubo resultados de todo tipo, aunque ‘pinchazos’ como el del Sevilla o la misma derrota del Valencia ante los blancos le han valido al Real Madrid para respirar.
Partiendo de la base de que el club blanco todavía tiene un partido pendiente por disputar, el aplazado ante el Leganés en Butarque, los de Zidane cierran la 21ª jornada del campeonato con 38 puntos, en la cuarta posición.
La buena noticia es que los de Zidane le han recortado tres puntos a un rival directo como el Valencia, al que le ganaron también el golaveraje particular gracias al 1-4 de Mestalla. Los ché son terceros de la Liga con 40 puntos, dos más que el equipo madridista. Por tanto, si el Real Madrid hiciera los deberes en Butarque y ganara ese partido se colocaría por encima del Valencia en la clasificación.
El Atlético de Madrid, que esta jornada le ganó a Las Palmas en el Metropolitano por 3-0, sigue siendo segundo en la tabla. Los de Simeone tienen 46 puntos y aventajan a los blancos en ocho puntos que podrían ser sólo cinco si el Madrid gana el aplazado en Leganés.
Por su parte, los dos perseguidores, Villarreal y Sevilla, han tenido resultados dispares esta jornada. El ‘submarino amarillo’ ha goleado a la Real Sociedad (4-2) mientras que el Sevilla se ha dejado empatar en el Pizjuán en los minutos finales del encuentro ante el Getafe (1-1). De esta forma, el Villarreal se queda con 37 puntos por los 33 del cuadro andaluz.
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