Si me das a elegir… Me quedo con Guti





Que ganas tengo de hablar bien del Real Madrid. Quiero dejar de hablar mal de este equipo que no se merece, creo yo, que le ocurra todo lo que le está pasando. Además de todo lo relacionado con la Asamblea, las elecciones, los precandidatos y la campaña deportiva, ahora se une el último capitulo de Juande o de Guti. Todo depende del lado que uno esté. Vaya por delante que yo voy con Guti y después de escucharle en Radio Marca más. Guti siempre estaría en mi equipo antes que Juande Ramos.

Del manchego creo que lo escrito casi todo, incluso le he alabado y les puedo prometer que me ha costado mucho. No es desde luego el entrenador que me guste para mi equipo, si lo tuviera. Pero es que el manchego, y también lo he escrito, no me ofrece ninguna confianza a nivel personal. Siempre le he visto muy huidizo y un poco bastante falsete, incluso con los suyos. Son pocos los que han trabajado con Juande Ramos que hablen de él bien. No sólo jugadores suplentes, sino también titulares imprescindibles para él. Son más los directivos, utileros, jardineros y periodistas que no comulgan con el manchego que parece no haber matado una mosca en su vida. Alguna de esas moscas quedó mal herida tras rozarse con Juande. Por eso, entre Guti y Juande, me quedo con el primero. El actual entrenador del Real Madrid, casi nunca va de frente y en un cara a cara no te mira fijamente a los ojos. Su vista está siempre, cuando hablas, fija en tus labios. Dicen que es una forma de defenderse. Otros señalan que eso lo hacen los tímidos. Pero la verdad es que si le alabas, te mira a los ojos muy fijamente para que le sigas queriendo.

A Guti el otro día tampoco le miro fijamente a los ojos, cuando le avisó que si no entrenaba no jugaba. Públicamente Juande Ramos ha sido incapaz de decir que le tiene manía y que no le traga. Le ha tirado, desde que le cambió contra el Atlético, mil y una cornadas con intención de hacerle daño. ¿Lo ha conseguido? No lo creo. José María Gutiérrez lleva más de 20 años sudando la camiseta del Real Madrid, 14 en el primer equipo. Seguramente no es tan bueno como pienso, pero alguien que está tanto tiempo en el Real Madrid no sigue, si los que mandan no tienen confianza en él. Guti, que no es santo de la devoción de muchos, a veces tiene poca defensa con sus niñerías y sus acciones dentro y fuera del campo pero lo que no se le puede negar es entrega y pasión por el club de sus amores. Parte de la afición madridista y muchos de los medios de comunicación no le tienen en sus oraciones. Son muchos a los que no les gustan sus coches, sus estrellas en el codo, sus peinados y sus “modelitos”. Sus salidas y sus entradas, las del campo y las de la noche. Es verdad que no todo el Bernabéu le quiere, pero no es menos cierto que la gran mayoría de esos que le pitan, le admiran y notarán su ausencia el día que el ‘14’ ya no esté.

Pero vamos a lo que iba. Me quedo antes con Guti y todas sus ‘faltas’ que con Juande Ramos y su “valentía”. ¿Por qué? Pues porque José María Gutiérrez, “GUTI” siempre te mira a los ojos y va de frente y a la cara. No te sonríe ahora y en cuanto se reúne con sus acólitos, te pone a parir. Guti los tiene bien puestos para cantarte las verdades del barquero (seas quien seas, te llames como te llames) así como para pedirte perdón si se ha equivocado. De otros no te puedes fiar. A Guti puedes darle la espalda que si no te ha pegado, no te dará cuando te marches. ¡Ya lo verás, Juande, ya lo verás!