Me gustó el Real Madrid en muchas fases del encuentro en su dulo en territorio hostil ante los de Jurgen Klopp. Se sobrepuso a las bajas en defensa con oficio, un Varane espectacular (aquí hay central para rato) y un Essien que hizo lo que pudo ante las trampas que le tendía Reus y Götze. Además, la lesión de Khedira obligó a cambiar la forma en que los blancos iban a encarar el encuentro.
Se hizo un buen trabajo y , como comentó el técnico, se perdió por detalles pero el conjunto blanco salió de Alemania dando una buena imagen. No se puede negar que se cometieron errores y que los madridistas acusaron un cansancio que les impidió ir a por el partido en los últimos minutos.
Aún así, creo que en el Bernabéu las cosas serán distintas. Con el campo lleno y quizá con Arbeloa recuperado, salir a por los tres puntos desde el primer minuto es una obligación. La victoria frente al campeón teutón es vital para liderar el ‘grupo de la muerte’ y dar un paso importante para jugar la vuelta de los octavos de final en casa. Allí donde ni Götze ni Reus pueden ser argumento suficiente para detener a los Özil, Cristiano, Di María o Benzema.
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