El Madrid tiene el mejor espejo...¡para tener cuidado!

En 2014, los blancos tuvieron un año idéntico a este 2016...y el curso acabó con el despido de Ancelotti y sin títulos.


Mundial Real Madrid 2014 y 2016

Mundial Real Madrid 2014 y 2016




Eso sí, hay jugadores que ya vivieron hace no demasiado tiempo una situación parecida…que no terminó especialmente bien. De hecho, el Real Madrid de Ancelotti en el año 2014 es el espejo perfecto para que no vuelva a suceder lo que pasó en aquella ocasión. En aquel momento, el club blanco también ganó la Champions, Cristiano Ronaldo sumó el Balón de Oro y se ganó el Mundial de Clubes además de llegar a las uvas de fin de año con el liderato de la Liga en sus manos. Una situación prácticamente calcada a la actual.

Ese panorama de luz y color se fue truncando poco a poco. Las derrotas fueron llegando y los títulos no terminaron cayendo en las vitrinas del Bernabéu en esos meses decisivos de mayo y junio del 2015. Al final pasó lo que todos sabemos, Ancelotti fue despedido y el Madrid pasó de poder haber formado una dinastía a tener que reconstruirse y lamerse las heridas tras un final de temporada amargo.

En el Bernabéu esperan que la situación no se vuelva a repetir. El as en la manga se llama Zidane. El francés es mucho más amigo de lo que era Ancelotti de las rotaciones de los jugadores. El italiano terminó quemando a un equipo titular fijo y eso se pagó caro en la recta final de la temporada. Sin embargo, con Zidane hay mucho más reparto de minutos y todos los jugadores están enchufados y capacitados para ser titulares en cualquier momento.

Lo verdaderamente importante para los directivos del Real Madrid es que el grupo mantenga el hambre de títulos intacto. Esa es la clave para que no se produzca un gran bajón en el segundo tramo de la temporada. Con la Champions siempre marcada en color rojo, este curso hay un foco especial en la conquista del campeonato de Liga. Es el gran reto de un equipo ganador que está dejando su sello bajo la tutela de un Zidane que no para de destrozar récords a cada partido que pasa. El ejemplo del 2014 está demasiado cerca como para volverlo a repetir.