Dentro de la gran plantilla y de los grandes nombres que tiene el Real Madrid, hay tres que para Zidane son prácticamente inamovibles y no se trata de la delantera y tampoco en la defensa. Se trata de la medular, la parte que da equilibrio a un equipo y en la que el francés ha encontrado a sus intocables.
Casemiro, Kroos y Modric son importantísimos para Zidane y así lo demuestra cuando están en perfecto estado. Es verdad que con las ausencias de algunos de ellos se han visto jugadores que les han reemplazado bien, pero a la hora de la verdad, Zidane lo tiene claro: cuando están los tres, juegan. No importa el partido que sea, puede ser una final de Champions o el partido frente al Granada, de hecho en aquel encuentro si Kroos hubiera visto una amarilla, no habría jugado frente al Sevilla en Liga.
Zidane tiene motivos de sobra para ponerles siempre que estén bien. De los 14 partidos que han jugado juntos, el Real Madrid ha ganado 12, ha empatado uno y ha perdido otro, la última derrota de Zidane ante el Wolfsburgo. La calidad de Kroos y Modric sumado al sacrificio y lucha de Casemiro, da un equilibrio táctico que ha sido el gran descubrimiento de Zidane desde que es entrenador del Real Madrid.
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