En los tres años y medio que lleva en España el extremo nunca había sido expulsado. De hecho, en toda su carrera solo se le conocía con anterioridad otra cartulina roja. La había visto el 19 de octubre de 2008 en un duelo con la camiseta del Tottenham que lo enfrentó a domicilio ante el Stoke City. El galés - que por entonces jugaba de lateral izquierdo - fue expulsado en el minuto 17 por cometer un penalti sobre un rival, por lo que al colegiado no le quedó más remedio que mandarle a la caseta. Una situación muy diferente a la que experimentó esta semana ante Las Palmas.
Y es que Bale suele ser un hombre tranquilo y calmado, tanto dentro como fuera del campo. Lo que no quita para que tenga carácter y de vez en cuando este brote de forma descontrolada, tal y como le sucedía a Zinedine Zidane durante su etapa como jugador. Algo por lo que precisamente el técnico francés está siendo ahora su mejor consejero para intentar que se repita una situación similar y vuelva a dejar al equipo con un jugador menos.
De hecho, una vez que Bale se disculpó el miércoles con sus compañeros y el cuerpo técnico recibió un consejo por parte de ellos. Se le pidió calma y cabeza fría en los partidos, ya que un jugador de su nivel no puede dejarse provocar de esta forma. En los últimos meses lo ha pasado muy mal recuperándose de su lesión de tobillo, por lo que eso es algo que debe tener en cuenta ahora que puede estar de nuevo con el equipo. Al fin y al cabo, el Real Madrid se está jugando mucho ahora como para 'dispararse un tiro' en el pie con errores de principiante como estos.
DEJA TU COMENTARIO