El centrocampista madrileño ha demostrado que está más que preparado para vestir la elástica blanca, convirtiéndose en un habitual por la lesión de Casemiro. No le ha sido fácil ganarse el puesto. Pocos minutos -11, ante el Espanyol y la ida ante el Melilla- y muchas desconvocatorias antes del partido ante la Roma, pero nunca ha puesto una mala cara. Trabajo y profesionalidad.
Santiago Solari está encantado con su rendimiento, pero también por esa profesionalidad que le caracteriza. Además, le asombró que Marcos pudiera aguantar dos duelos de altísima exigencia -el del Olímpico y el Valencia- a un nivel tan alto. El ‘18’ respondió a la confianza demostrando que sí puede ser aquel revulsivo de calidad que ahora mismo necesita en Real Madrid en aquella posición, dada también la lesión de Casemiro que le está obligando a seguir de baja.
Marcos estuvo a un nivel excelso los dos duelos, sin bajar nada el ritmo. Es cierto que ante el Valencia se le vio más participativo, entre otras razones porque los blancos tuvieron más el balón. Sumando los dos partidos, los datos son de ‘escándalo’. Ante la Roma, Llorente acertó 51 de 56 pases (91% de efectividad), por los 79 de 83 ante los de Marcelinoeste sábado en el SantiagoBernabéu. De hecho, el canterano (130 pases) superó a Ramos (126) y a Modric (124).
Además, a Marcos se le vio muy participativo en tareas defensivas. Firmó ocho recuperaciones en el Olímpico y siete ante los che, acumulando un total de 15 y superando a Carvajal (12). Las estadísticas y su impacto en el Real Madrid como sustituto de Casemiro y después de no ser convocado ante el Eibar lo dice todo. El mérito es incalculable.
Ante el Melilla, más de lo mismo en los primeros 45 minutos que disputó. Tras el descanso, Solari lo sustituyó por Ceballos de cara al trascendental duelo ante el Huesca. Llorente, salvo sorpresa de última hora, será titular en El Alcoraz. Una nueva oportunidad para el canterano en su nueva vida en el Real Madrid.
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