A pesar de que el presidente de la Liga, Javier Tebas, ha estado insistiendo hasta el último segundo en la posibilidad de que se jugara el encuentro en el Bernabéu y, de esta forma, se intercambiaran los encuentros en el calendario, la postura de los clubes ha sido inflexible y se ha desestimado de forma categórica.
El Comité de Competición ha dejado en las manos del FC Barcelona y del Real Madrid la decisión de qué fecha fijar, fecha que tiene de plazo para fijar hasta el lunes 21 de octubre. En caso de no llegar a ningún acuerdo, será el Comité el que finalmente decida.
La situación que se está viviendo en Cataluña obliga a suspender este encuentro, en el que las fuerzas de seguridad no garantizan la seguridad absoluta que requiere un Clásico. Las consecuencias de que no se dispute este encuentro serán grandes, y ya hay muchos que muestran públicamente su malestar. Esta vez, la política ha ganado al fútbol.
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