Ha comenzado un nuevo año, el octavo de Bale en la casa blanca, y la historia se repite. El galés jugó en Getafe el 4 de enero y se dolió. Reapareció en Copa, en Salamanca, el 22 de enero, marcó un gol y pidió el cambio. Esguince de tobillo. Se entrenó sin problema antes del encuentro de Zaragoza, pero no fue convocado. En el derbi, volvió a quedarse fuera de la lista por decisión del entrenador y ahora también ha sido descartado para el encuentro copero frente a la Real Sociedad.
Zidane se ha cansado de tener un futbolista con una calidad superlativa y no poder contar con él. La falta de sacrificio del galés y no entregarse para revertir la situación ha provocado que el futbolista pase a un segundo plano. Sacrificio y ganas que sí demuestran los futbolistas más jóvenes del equipo blanco que quieren ganarse un puesto en la titularidad.
Actualmente, la situación en el Real Madrid es muy similar a la de verano cuando el técnico blanco pidió públicamente que se marchara (Bale lo tiene claro si se marcha: dónde jugaría entre EEUU e Inglaterra). Vinicius, Rodrygo y Lucas le han superado en el escalafón y el galés se sitúa por detrás de todos los extremos en los planes de Zidane. Los dos fueron titulares en La Romareda y han sido concentrados para medirse al Atlético. También James, que ha dado un salto adelante.
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