En Defensa Central ya desvelamos que dirigentes del conjunto blanco quedaron absolutamente maravillados con la última visita de De Bruyne al Santiago Bernabéu. Es un jugador que siempre había gustado, pero que aún más reforzó ese pensamiento tras su exhibición en la ida de octavos de final de la Champions League. Demostró que es, probablemente, el mejor centrocampista del planeta. Y eso, como no podía ser de otra forma, no se le escapa a Florentino Pérez.
Sin embargo, el presidente nunca había pensado que De Bruyne podía acabar en el Bernabéu porque nunca había mostrado síntomas de querer salir del City. Sin embargo, la sanción de la UEFA lo ha cambiado todo. Un jugador de su calibre no puede permitirse el lujo de estar dos años sin disputar la Champions League. Por lo tanto, ya sí entiende que es momento de hacer las maletas. (De Bruyne deja en el aire su futuro y el Madrid está atento).
El caso es que el presidente del Real Madrid asume que fichar a Kevin De Bruyne conllevaría una importante inversión económica que, en estos momentos, no están dispuestos a asumir. Su valor de mercado según Transfermarkt es de 120 millones de euros (por encima de algunos como Messi, Kanté, Van Dijk, Pogba...)
La única forma de que el club blanco decida entrar en una guerra fría con el City por De Bruyne es que el futbolista realice alguna que otra declaración pública dónde sea evidente que quiere jugar en el Real Madrid. De lo contrario, sería un riesgo demasiado alto que asumir. Hay otras opciones en el mercado como Pogba y Camavinga que también interesan en Concha Espina.
A día de hoy no se plantean negociar con el City por De Bruyne. Eso sí, en el mundo del fútbol todo puede cambiar en un momento. Si el belga vuelve a declarar ante los medios con la intención de buscar una salida y menciona directamente al Real Madrid todo cambiará por completo. Hazard estaría encantado de contar con él en el vestuario y, lógicamente, su fichaje daría un estatus mayor al club blanco. Sería el enésimo galáctico.
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