Cuesta creer que por momentos que se encuentre a solo cinco meses de cumplir 37 años y encuentros como el anoche justifican el lugar que se ha ganado en el corazón de todos los madridistas. Tras una nueva clase de fútbol ante el Chelsea en su feudo, hasta Antonio Pintus quedó boquiabierto con el kilometraje de un Luka Modric que además de jugar como el auténtico guerrero en mil batallas que es, corre más que nunca como un juvenil.
El croata superó a toda la medular del Chelsea a base de toque, inteligencia, experiencia y por encima de todo un despliegue que choca de lleno con la edad que carga en sus piernas. Que Luka Modric acumule sobresaliente tras sobresaliente con el Madrid no es noticia, más si el trabajo físico que realizó en el césped de un Stamford Bridge desesperado por la jerarquía del balcánico.
El primero en darse cuenta de lo hecho por Modric fue un Antonio Pintus que alucinó con el despliegue del croata en Londres. El veterano centrocampista llegó a los 10,95 kilómetros en un encuentro donde futbolistas con el músculo de N´Golo Kanté, Jorginho o Mateo Kovacic poco o nada pudieron hacer ante un jugador que pese a superar ya los 36 años de edad, sigue amando su profesión como quien se da el gusto de ejercerla por primera vez.
El efecto Pintus
Los aficionados del conjunto blanco celebraron por todo lo alto su regreso a la capital española y noches como la de ayer justifican el por qué. El preparador físico italiano ya fue clave en el doblete de la 2016/2017, donde cada futbolista de los blancos parecía haber rejuvenecido dos o tres años con el trabajo de un Antonio Pintus que alucinó con su última obra maestra.
Tal y como contamos en Defensa Central, el italiano realizó un trabajo específico para la batalla de Stamford Bridge, pero ni mucho menos esperaba un resultado como el conseguido por Modric durante 90 minutos. Antonio Pintus fue el primero en alucinar con los casi 11 kilómetros que se marcó el futbolista más veterano de la plantilla ante el campeón de Europa.
DEJA TU COMENTARIO