Fuentes próximas al club explican a Defensa Central que ya le ven como el futuro mejor centrocampista del mundo. No sólo por su juego, sino por lo completo que es en todo: marca, asiste, defiende, es versátil... Y Ancelotti no se atreve a sacarle del once.
Precisamente de las botas del uruguayo nace la asistencia a Vinicius que acabaría traduciéndose en la 14ª Copa de Europa para el Real Madrid. El pajarito, que hace tiempo se transformó en halcón, está destinado a grabar su huella en la historia del fútbol. Es el jugador que todo técnico desea para su equipo.
Juni Calafat, jefe de fútbol internacional en la entidad, fue su descubridor. Le trajo desde Peñarol y no ha dejado de crecer. Hasta el punto de que hace poco más de un año renovó su contrato (2027), siendo entonces el futbolista con mayor vinculación en el Real Madrid.
Crecimiento
Lo mejor de todo es que no ha tocado techo ni muchísimo menos. Valverde aún puede desplegar un fútbol mucho más vistoso, de pegada, y en el Real Madrid está creciendo a pasos agigantados. Es cuestión de tiempo que se acomode en el interior, su posición ideal, una vez que Modric y Kroos den un paso al lado.
En Valdebebas están convencidos de que será futuro capitán en algún momento. Su peso en el vestuario va creciendo conforme avanzan las temporadas y él tiene decidido que su futuro sólo pasa por el Bernabéu. El mítico Enzo Francescoli, ídolo de la infancia de Zidane, lo deja claro: "Está camino de convertirse en uno de los mejores del mundo en su puesto".
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