El mediocentro inglés cumplirá la veintena en el mes de junio y llegará a su nueva etapa en una edad muy tempranera. Sin ir más lejos, repetiría el escenario de Eduardo Camavinga llegando al Santiago Bernabéu con apenas 18-19 años de edad. Bellingham tiene las ideas muy claras y sabe que no seguirá en el Signal Iduna Park: en esas se debate entre su sueño (el Real Madrid) y la presión familiar (el Liverpool), aunque con una clara consigna: no puede hacer movimientos en falso. Tiene que decidir con contundencia.
Desde su entorno recomiendan al jugador de Stourbridge que no dé pasos en falso y que no enseñe sus cartas. Quieren el mínimo contacto de Jude con las redes sociales para que no sea noticia que ha dado "like" a una publicación ya sea del Real Madrid o del Liverpool. Le piden que esté quieto y que no dificulte la situación (tremendamente compleja) moviendo más de 100 millones de euros en el mercado.
“Ni se te ocurra hacer nada al respecto”, le han transmitido desde su entorno al jugador. Cualquier mínimo movimiento puede delatarle y nadie en su círculo cercano desea que el jugador meta la pata en uno u otro sentido, tal y como explican fuentes muy cercanas al crack inglés que quiere fichar el Real Madrid de cara a la próxima temporada.
Bellingham es la pieza final
A la espera de saber qué pasa con Modric y con Kroos, en el Real Madrid tienen claro que Jude Bellingham es esa pieza final que encaja a la perfección en el recambio generacional del Santiago Bernabéu. El inglés es el sustituto ideal del genio de Zadar y se complementa a la perfección con los Camavinga, Tchouaméni, Valverde e, incluso Ceballos (si sigue y firma su renovación).
Un futbolista que se ha criado viendo los highlights de Zidane y del Real Madrid de Los Galácticos. Un futbolista que suspira por vestir la camiseta blanca. Solo tiene la piedra de sortear la opinión familiar: creen que Liverpool es el mejor destino para poder saltar en un futuro a la capital española. La pelota está y estará siempre en el tejado de Jude.
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