Los blancos no consiguen levantar cabeza y atraviesan uno de los momentos más complicados del campeonato. Ante la euforia mostrada en Anfield, el Real Madrid no ha sabido gestionarla y no ha conseguido sumar una victoria desde entonces.
En un calendario tan apretado, Ancelotti no ha logrado dar con la tecla para que sus jugadores consigan mantener la consistencia sobre el verde. LaLiga se ha puesto cuesta arriba y Carletto quiere remediar esta situación lo antes posible.
Un descanso obligado
El Real Madrid tendrá un pequeño parón durante esta semana, ya que los blancos no disputarán ningún encuentro intersemanal. Ancelotti ha aprovechado esta situación y tras la derrota en el Benito Villamarín, ha decidido dar un día de descanso a su plantilla.
El técnico italiano ha querido tomarse un respiro para poder recuperarse de todo lo ocurrido en esta última semana. Además, considera que los jugadores también agradecerán este descanso y volverán con las pilas recargadas a la Ciudad Deportiva.
Situación límite
En Chamartín son conscientes de que están en uno de los tramos más determinantes de la temporada y necesitan reactivarse antes de una debacle. Las sensaciones no están siendo nada positivas, pero ni mucho menos se ha perdido la confianza en el equipo.
Sin embargo, la figura de Ancelotti está perdiendo peso de cara al futuro y su puesto está en duda. La cúpula merengue no está contenta con las decisiones tomadas por el técnico italiano y las oportunidades se están acabando.
El partido ante el Espanyol puede ser decisivo en el devenir de la temporada y donde la victoria solamente será contemplada. Ancelotti está acostumbrado a convivir con esta presión y considera que será capaz de cambiar la situación del equipo.
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