Carlo Ancelotti no pierde de vista a sus jugadores: el entrenador italiano vive con cierta tensión el parón de selecciones de este mes porque los próximos partidos del Real Madrid son muy importantes.
El seguimiento de estos partidos ha provocado un momento preocupante para el cuerpo técnico merengue. Pero ya tienen los informes y no hay nada de qué preocuparse: todo está en orden.
El parón de selecciones está dejando momentos muy variados. Uno de los más llamativos está centrado en torno al partido entre Inglaterra y Brasil. No solo las conversaciones entre Vinícius, Rodrygo y Bellingham centran la atención de los mandamases merengues. También lo hace la aparición definitiva de Endrick como goleador ante la selección inglesa.
Otro de los jugadores convocados con su combinado nacional es Fede Valverde. El ‘15’ del Real Madrid estuvo ausente del primer partido disputado por Uruguay… y las alarmas saltaron en las oficinas de Valdebebas. Rápidamente, el cuerpo técnico analizó la posible situación que podría estar atravesando el ‘Halcón’, pero los informes médicos no mostraron ninguna anomalía.
A pesar de haber jugado todos los partidos en lo que llevamos de temporada, el físico de Fede Valverde no le está fallando. Los planes de Marcelo Bielsa, sabedor de que una de sus máximas estrellas tenía una pequeña sobrecarga, pasaron por dejarle descansar en este primer partido del parón internacional del mes de marzo. Así ocurrió.
Imprescindible para todos
Sin embargo, el éxodo de otros jugadores del combinado charrúa hacia sus respectivos clubes no aplica para el ‘15’ madridista. Fede Valverde se quedará con la concentración de su país y ya tiene un objetivo: preparar el partido contra Costa de Marfil. Su titularidad de cara a ese encuentro marcará la disponibilidad que tenga a su regreso a la capital de España.
Confirmando estas buenas noticias, Carlo Ancelotti respira tranquilo. No es ningún secreto que su ‘nuevo’ Real Madrid se apoya en gran medida en este único jugador: su capacidad de trabajo y movimientos por todo el terreno de juego le convierten en el verdadero intocable del míster de Reggiolo por encima de jugadores como Toni Kroos, Jude Bellingham o Antonio Rüdiger.
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