Porque si algo demostró este jugador en las siete temporadas en las que militó en el club de Concha Espina fue tener un instinto goleador que pocos jugadores del Madrid han tenido en los 107 años de historia del conjunto blanco. Fichado en el verano de 1985 procedente del Atlético de Madrid, en el que había firmado cuatro buenas campañas, su rendimiento fue espectacular desde el primer día. y formó con Emilio Butragueño la mejor pareja de delanteros del fútbol europeo.
164 GOLES EN 207 PARTIDOS
Hugo Sánchez, a pesar de no ser alto, siempre encontraba la forma para hacerse su sitio en el área rival. Su fortaleza física, acompañada de una garra que infundía temor a los defensas rivales y una habilidad innata para rematar al primer toque, lo convirtieron en ídolo del Bernabéu en los siete años en los que militó en el club.
Muchos le consideran el mejor delantero centro que haya tenido el Real Madrid en toda su historia. Y si alguno no se cree esto, allá van algunos datos: 164 goles anotados en 207 partidos de Liga, Bota de Oro en la temporada 1989/90, en la que anotó la friolera de 38 goles en 35 partidos disputados (a una media de más de un gol por partido), y un sin fin de títulos con la camiseta blanca: cinco Ligas (1986, 1987, 1988, 1989, 1990), una Copa del Rey (1989) y tres Supercopas de España (1988, 1989 y 1990).
NO PUDO GANAR LA COPA DE EUROPA
Sus únicos lunares en su intachable trayectoria en el equipo merengue son las de no haber conseguido la Copa de Europa, algunos comportamientos suyos dentro del terreno de juego más que inadecuados para un futbolista de la entidad más importante del mundo, y su salida del club, ya que una racha de lesiones le impidió brillar en sus últimas dos temporadas en el club hasta que el presidente Ramón Mendoza, su principal valedor, tomó la difícil decisión de prescindir del futbolista.
Ahora, y al igual que ocurriera la pasada temporada, Hugo Sánchez vuelve al Santiago Bernabéu, pero dando sus primeros pasos como entrenador de Primera División. Tras dirigir a varios equipos y a la selección de su país, el año pasado el Almería decidió apostar por el mexicano para sustituir a un Gonzalo Arconada que no estaba consiguiendo los resultados esperados. Consiguió salvar al equipo, y con esta cumple su segunda temporada en el conjunto andaluz. A pesar de ser uno de los equipos más debiles de la Primera División, a buen seguro que su sola presencia en el banquillo visitantes intimidará a más de uno.
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