La ‘sangría comenzó en el mismo verano en que el Madrid traspasó a Redondo al Milan por 3.000 millones de las antiguas pesetas. Esa temporada llegaron al club Celades, Flavio Conceiçao y Makelele. Salvo el último de ellos, que dio un rendimiento notable, los otros dos pasaron por el club sin pena ni gloria.
Y esta expresión puede repetirse con la mayoría de los medioscentros que ha ido fichando el club en estos últimos años: Cambiasso, Gravesen, Beckham, Pablo García, Diarrá, Emerson… Todos ellos son un fiel reflejo del empeño que ha puesto el club para reforzar esa posición, pero que desgraciadamente ha sido en balde. El último caso es Khedira, fichado este verano del Stuttgart a cambio de 12 millones de euros, que intentará dar un mejor rendimiento que alguno de sus predecesores.
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A LA BÚSQUEDA DEL MEDIOCENTRO CREADOR
El alemán tendrá como compañero de baile en esa posición a Xabi Alonso, un mediocentro de prestigio internacional que, pese a no haber hecho una excelsa temporada el año pasado, sí que tiene el fútbol y los galones necesarios para echarse el equipo a las espaldas. Otros jugadores que tendrá el Madrid en esa posición serán Lass, que tendrá que mejorar su pobre rendimiento de la pasada temporada, y Gago, que puede tener un papel importante por la confianza que tiene depositada en él Mourinho.
Serán estos cuatro (si finalmente se confirma la marcha de Mahamadou Diarrá) los encargados de dotar al equipo del ‘cerebro’ que ha carecido en las últimas temporadas. Y es que el hecho de que el club no haya tenido un centrocampista de creación claro en los últimos años puede explicar los vaivenes que ha tenido la entidad en las últimas temporadas, máxime cuando estamos hablando de la que es probablemente la demarcación más importante de un equipo de fútbol.
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