1-2 y Bale, con el Atlético de Madrid volcado, abrió brecha, batiendo a Oblak al contragolpe y encarrilando definitivamente el encuentro. Nadie podía presagiar que la celebración de ese tanto, el mencionado corte mangas, daría más que hablar que el propio significado de gol. El acta arbitral no lo recogió, pero el ‘lío’ se montó después. (El 'aliado' de Bale que calla a los críticos)
LaLiga lo denunció. "Bale agita el brazo derecho llevándoselo a la proximidad de su cabeza, en previsible signo de provocación animosa al público, efectuando posteriormente un ademán de posible significado obsceno y despectivo levantando el brazo doblado y golpeándose en la mitad de él con la otra mano", señalaba la denuncia. Ahora el Comité de Competición tiene la última palabra.
La resolución estaba prevista para este miércoles, pero se ha aplazado. A Bale le podrían caer entre uno y doce partidos por el corte de mangas. El colegiado Estrada Fernández deberá mandar información sobre la respuesta de la afición rojiblanca a la celebración del galés y valorar si hubo provocación o no.
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