El encuentro se producía una noche fría del mes de febrero en el estadio denominado por aquel entonces el ‘estadio de la pulmonía’. El partido comenzaba muy mal para los intereses blancos que aquella noche partían de azul debido a que Óscar González aprovechó un centro de Losada desde la derecha y un contragolpe para perforar en dos ocasiones la portería de Iker Casillas en la primera mitad.
A partir de ese momento, los dos genios del Real Madrid se pusieron el mono de trabajo para dar la vuelta al marcador. Zidane y Ronaldo se entendían a las mil maravillas y el resultado pasó a ser 2-3 por arte de magia. Esa noche Ronaldo anotó el gol 100 y 101 en el Real Madrid.
Con el empate a dos, en el 75', el mediapunta antes conocido como Guti se apoyó en Ronaldo, que, en el balcón del área, la pisó para la internada de Zinedine Zidane, que ante la aparición de Marcos dejó una delicatessen para la historia: una preciosa ruleta de la que salió con Bizzarri encima, cuya acometida no pudo salvar. No le hizo falta para que Zorrilla se rindiera a sus pies, pues todo el mundo se irguió y rompió en una ovación (Al Madrid le sobran motivos para ganar en el Zorrilla).
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