El empate (2-2) dejó un sabor agridulce en el vestuario merengue. Un partido que lo tenían ganado, y del que le restaban solo 5 minutos, se les escapaba de las manos en el peor momento posible. Hubo cierto enfado, de puertas para dentro, tal y como confiesan fuentes del propio vestuario del Real Madrid.
Al acabar el partido, con síntomas de visible enfado por la falta de ‘atino’, la palabra que más se escuchó fue “es una cagada”, y “jod**”, de forma repetida, por la parte más autorizada del núcleo duro de los pesos pesados madridistas. (Noticia DC: el cabreo que se agarró Florentino con el 2-2 del Celta)
Perder ante el antepenúltimo, en horas bajas, y en casa, no entraba en los planes de ningún jugador del Real Madrid. Mucho menos de la afición. Varios futbolistas de la plantilla terminaron muy enfadados el partido con el Celta porque entienden que fue demérito suyo el perder esos dos puntos y les puede pasar factura, a pesar de que siguen en lo más alto de la tabla de clasificados de la Liga.
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