La suerte ha querido que el Real Madrid se enfrente al Manchester City en los cuartos de final de la Champions League. La reedición del duelo de las dos semifinales pasadas es una nueva oportunidad para que ambos equipos desequilibren su marcador particular de victorias/derrotas. Pero no solo eso está en juego.
Cada vez queda menos para un partido que cambiará la temporada de ambos clubes… para bien o para mal. Así, el Real Madrid está centrado en sacar lo mejor de sí mismo para sorprender en el Etihad Stadium y conseguir el pase a las semifinales de la Champions League 23/24. El duelo en el estadio sky blue ya tiene árbitro: Daniele Orsato.
Nada más conocer la decisión de UEFA, el vestuario del Real Madrid se ha vuelto hacia Luka Modric. Todos recuerdan las quejas del ‘10’ croata sobre el colegiado italiano, que tienen su origen en el duelo entre Argentina y Croacia en el Mundial de Qatar 2022: “Es uno de los peores que conozco. No solo por el partido de hoy. Me ha pitado muchas veces y nunca tengo buen recuerdo de él. Es un desastre”. Esa sentencia de Luka Modric es cierta echando un vistazo al historial del cuadro merengue bajo la dirección arbitral de Orsato.
Malas sensaciones
El italiano solo ha pitado nueve partidos de la entidad merengue, pero los blancos han terminado perdiendo hasta en cinco ocasiones. Alguno de esos encuentros con bastante polémica, como el 1-2 de octavos de final de la temporada 19/20 en el Santiago Bernabéu. Otras derrotas son el 3-2 contra el RB Leizpig en Alemania, de la temporada pasada. Orsato también estuvo presente en la derrota por la mínima en la ida de octavos de final de la campaña 21/22 en el Parque de los Príncipes.
Algunos registros positivos del Real Madrid con Orsato son el 0-2 de Stamford Bridge, también de la temporada pasada, por la vuelta de cuartos de final. Su primer choque arbitrando al club blanco fue en la 15/16: dirigió la goleada 8-0 del Real Madrid al Mälmo en fase de grupos. El mejor recuerdo es la remontada contra el Manchester City de la 21/22, una épica a la que se acogen los más supersticiosos en el madridismo para confiar en el pase a las semifinales.
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