El partido del Real Madrid contra el Real Mallorca, celebrado en Son Moix, terminó con la victoria por la mínima de la entidad merengue. Los pupilos de Carlo Ancelotti se llevaron los tres puntos del Visit Mallorca Estadi gracias a la intervención de Aurélien Tchouaméni, que con su disparo de larga distancia perforó las redes de Rajkovic.
La celebración de este tanto se hizo cerca de uno de los córner del campo bermellón, una ubicación muy próxima de la grada. Mientras Tchouaméni y algunos de sus compañeros se congratulaban por el tanto conseguido nada más arrancar la primera mitad, uno de los aficionados lanzó una botella de agua vacía al terreno de juego.
El colegiado del partido, Sánchez Martínez, lo vio claramente y detuvo el encuentro hasta que se emitió el correspondiente mensaje a través de la megafonía del estadio. Pero ese no fue el único incidente protagonizado por el mismo aficionado bermellón: la Policía Nacional le ha identificado a través de las cámaras por sus gestos racistas.
Ha vuelto a suceder
Mientras Tchouaméni celebraba su golazo, este aficionado hizo gestos de mono, así como una peineta. También lanzó otra botella de agua que, esta vez, pasó desapercibida para todos sobre el césped. Este comportamiento, al ser menor de edad, abre algunos interrogantes que la UCO ha enviado a la Comisión Antiviolencia... junto con una propuesta de sanción.
No solo la Policía habría intervenido en este asunto. El Real Mallorca, que se expone a una multa de hasta 3.000 euros y apercibimiento de cierre, también estaría preparado para sancionar lo ocurrido: el menor estaba acompañado por un familiar mayor de edad. De momento no se conocen más detalles de un episodio que sigue manchando el fútbol español y centrando un protagonismo que no se merece.
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