El dirigente brasileño, Luis Álvaro de Oliveira, es un tipo impredecible e imprevisible. El Real Madrid tenía acordado desde este verano el fichaje del jugador para el verano próximo por una cifra cercana a los 56 millones de euros, en un pacto de caballeros con el Santos. Pues bien, el presidente del club sudamericano optó esta semana por romper ese acuerdo verbal para renovar al jugador hasta 2014, subiéndole la cláusula hasta una cifra cercana a los 60 millones de euros.
Sin embargo, la decisión no fue solo suya. De hecho, el propio De Oliveira ha admitido que el Barcelona está detrás de la misma, pues para el diario brasileño 'Estadao' ha afirmado que "en junio, durante la despedida de Ronaldo, me reuní con Sandro Rosell paraa tomar una copa. Me preguntó si no sería un problema si buscaba al padre de Neymar para hablar. Le dije que no". Es decir, que el conjunto catalán intentó torpedear la operación prácticamente desde el primer momento. Y lo que es peor, parece que el Santos estuvo tomándole el pelo al Madrid durante los últimos meses, ya que, para ellos, el principal candidato al fichaje siempre fue el conjunto catalán.
Pero ahí no acaban las palabras del dirigente, ya que De Oliveira agrega que "el comportamiento de la Junta del Real Madrid fue desafortunado y arrogante, propia de personas que tienen una mentalidad colonial". Está visto que el del Santos prefiere beber con el presidente del Barça a negociar con seriedad con el Real Madrid. Aunque el dirigente del club brasileño culminó sus palabras afirmando que "uno de los argumentos que utilicé para convencer a Neymar para que no se fuera a Madrid fue que Mourinho podría burlarse de su cabello y hacerle que se lo cortara. Aquí puede tenerlo como quiera". Totalmente absurdo.
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